Aunque muchos no lo crean, tener una buena salud general depende muchas veces de tener una buena higiene y salud bucal, ya que es en la boca donde se almacenan cientos de bacterias, además de ser la puerta a las vías respiratorias y digestivas.

Si no se tiene una higiene bucal adecuada, estas bacterias pueden extenderse y generar infecciones bucales, como caries, placas o enfermedades de las encías.

Se ha evidenciado en diferentes estudios, que las bacterias orales o la periodontitis, pueden ser cruciales en otro tipo de enfermedades, por ejemplo, como la diabetes y el VIH/sida, las cuales disminuyen la resistencia del cuerpo a las infecciones y esto provoca que los problemas de salud bucal sean más graves.

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Es importante aclarar, que aparte de los cuidados básicos y generalmente recomendados, también se debe prestar atención a aspectos específicos de cada paciente. Por ejemplo, que la persona lleve una dieta saludable es esencial para tener unos dientes y encías saludables.

Otro aspecto clave, son las condiciones médicas generales y de salud oral de cada paciente, así como que medicamentos consume o que diagnósticos presenta, ya que estas particularidades pueden intervenir de manera negativa la salud oral y se deben recomendar otros hábitos o cuidados más especiales para el paciente.

Debido a lo expuesto anteriormente, también es pertinente saber cuándo necesitamos el uso de flúor. El flúor ayuda a prevenir la caries dental tanto en niños como en adultos y, aunque, las cremas dentales y los enjuagues bucales contienen flúor, en ocasiones, hay personas que tienen condiciones particulares y se necesitan suplementos de flúor o cremas dentales que contengan una mayor presencia de este.

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Establecer una buena rutina diaria de higiene oral asegura él éxito en obtener una buena salud bucal, por eso, hoy te enseñamos algunos de los hábitos fáciles de seguir diariamente para que logres tener una boca, dientes y encías en perfecto estado.

Para proteger la salud bucal, practica una buena higiene bucal diariamente.

• Cepíllate los dientes al menos dos veces al día, durante dos minutos realizando movimientos circulares.
• Se recomienda generalmente, cambiar el cepillo de dientes cada tres a cuatro meses, incluso antes si se percibe que las cerdas están abiertas o gastadas ya que así el cepillo no cumple correctamente su función.
• Usa un cepillo de cerdas suaves, para no lastimar las encías y tampoco debes hacer mucha fuerza.
• Usa hilo dental todos los días, esto ayudará a eliminar la placa bacteriana, de no eliminarse se pueden presentar caries o incluso periodontitis.
• Usa un enjuague bucal para eliminar las partículas de comida que quedan después de cepillarse los dientes.
• Sigue una dieta saludable y limita los alimentos y las bebidas azucaradas.
• Asiste al odontólogo periódicamente, es importante visitarlo por lo menos una vez al año, para realizar análisis del estado de los dientes, las encías o realizar alguna limpieza.
• Evita el consumo de tabaco, puede generar enfermedades en las encías y por lo regular mal aliento. Además, el cigarrillo o las bebidas oscuras pueden empezar a manchar los dientes y ocasionar que su esmalte y brillo natural e pierdan.

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